Cabo Raso es un paraje costero ubicado a unos 250 kilómetros al sur de Puerto Madryn, en la provincia del Chubut. Se trata de un destino poco conocido del litoral patagónico, donde la naturaleza se mantiene casi intacta y la historia aún se conserva en antiguas construcciones abandonadas.
Un entorno natural único
El acceso al paraje se realiza por la Ruta Provincial N° 1, en un recorrido de ripio que atraviesa estepa y costa. Al llegar, el visitante se encuentra con un paisaje abierto: playas amplias cubiertas de caracoles, mar transparente y una notable presencia de fauna local como aves marinas y maras.
El mar de Cabo Raso es particularmente valorado por su transparencia y por ofrecer buenas condiciones para la práctica del surf. Es un spot elegido por surfistas que buscan olas solitarias y conexión directa con la naturaleza.
Atractivos históricos
Uno de los elementos que distingue a Cabo Raso de otros destinos costeros de la Patagonia es la presencia de restos históricos. En lo alto de un pequeño promontorio aún se conservan los vestigios de un antiguo búnker militar, que habría sido utilizado como puesto de vigilancia durante épocas de conflicto. También se encuentran casas en ruinas y un pequeño cementerio, testimonios de una comunidad que habitó el lugar en el pasado.
Opciones para quedarse
Actualmente, Cabo Raso cuenta con espacios habilitados para acampar y también con casas totalmente equipadas para hospedarse, lo que permite pasar la noche en un entorno natural y tranquilo, alejado de las grandes ciudades.
Este paraje no cuenta con infraestructura turística desarrollada, lo cual forma parte de su atractivo: quienes visitan Cabo Raso buscan desconectarse, descansar o simplemente disfrutar del paisaje sin intervención urbana.

Un destino para descubrir
Cabo Raso se presenta como una alternativa ideal para viajeros curiosos, surfistas y amantes de la historia o el ecoturismo. Su combinación de naturaleza, mar y pasado lo convierten en un punto de interés singular dentro de la geografía patagónica.
